La familia y el sobrepeso

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A pesar de ser varios los factores los generadores del sobrepeso la obesidad, la ingesta aumentada de energía y el sedentarismo, son los principales desencadenantes.

Es sobre esos dos factores, es que nosotros los padres, podemos hacer una gran diferencia.

Como educadores y modelos de nuestros hijos somos responsables de la transmisión de valores y su estilo de vida.

Una rutina de hábitos de alimentación saludables y actividad física frecuente son dos herramientas imprescindibles en la formación de individuos sanos.

El cuerpo humano está formado por distintos componentes, entre ellos, el tejido graso y el tejido muscular.

El tejido graso almacena lípidos en pequeñas unidades llamadas adipositos o células de grasa. Este tejido adiposo, influenciado por cambios hormonales, sufre permanentemente procesos de cambio que son generadores y destructores del mismo.

La génesis del tejido graso puede producirse a través de dos procesos, uno de ellos es el aumento del tamaño de la célula adiposa (hipertrofia) y la otra es el aumento del número de células de grasa (hiperplasia).

El aumento del tamaño de la célula adiposa puede producirse durante toda la vida mientras que el aumento del número de células sólo se produce durante el último trimestre de embarazo, el primer año de vida y la pubertad.

La cantidad de células de grasa condiciona al individuo durante toda su vida y una vez que éstas han aumentado su cantidad, su número no puede volver a reducirse.

            Numerosos estudios científicos avalan el hecho de que cuantas más células de grasa se tengan, más dificultoso se hará el mantener un peso adecuado y mantenerlo.

La cantidad de células de grasa que se alcancen en la adolescencia serán las que se mantengan para toda la vida.

La alimentación de la madre en su último trimestre de embarazo y el balance calórico (cantidad de calorías consumidas vs. cantidad de calorías gastadas) que realice el niño y el adolescente, serán factores que lo condicionarán, para toda su vida, con una mayor o menor tendencia a generar una obesidad y permitiéndole mantener el peso adecuado cuando éste se obtenga.

Como padres es nuestra responsabilidad tomar conciencia de que la obesidad es una enfermedad y trae asociados una serie de problemas (hipertensión, colesterol, diabetes, etc)

Hacernos cargo del deber de ser padres, educando en positivo, donde las gratificaciones a nuestros hijos no pasen por la comida chatarra o las golosinas y restándole horas al sedentarismo (horas sentados frente al televisor, la computadora y los video juegos) es necesario para proteger la salud actual y futura de nuestros niños.

Reflexionar acerca de premiar, castigar a través de la comida o utilizarla como una forma de demostrar afecto es de suma importancia.

Darle a la actividad física la importancia que ésta tiene como recurso para vivir experiencias integradoras y exitosas, que mejoran la autoestima y la percepción de la propia imagen corporal, además de mejorar la salud mental, física y social de nuestros hijos, generando beneficios y hábitos que se mantienen durante toda la vida, es en definitiva ocuparnos de la salud y el bienestar de nuestros hijos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Derechos reservados. © Coach Judith Rodriguez Varela.  Coach Profesional, Certificada por el Centro Iberoamericano de Coaching. Instructora de Fitness. Instructora de Pilates. Antropometrista ISAKI. Técnica en Nutrición Deportiva. Directora Técnica de”Boadyfactory Spa Urbano”.

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